Ventana "U"

Por el derecho a estudiar: el primer sistema de becas de la UCR

Lic. Carlos Garita Víquez
Curador del Museo UCR
Historiador, docente y administrador de la educación no formal

En las décadas de 1940 y 1950, la educación superior en Costa Rica se encontraba al alcance de pocas personas; solo podían acceder a esta quienes contaban con recursos económicos suficientes para financiar una carrera. Este panorama cambió en 1963 con la promulgación de un nuevo reglamento de becas, lo cual implicó la democratización de los estudios superiores en el país.

Estudiar una carrera universitaria es un desafío académico y económico para el estudiantado. El poder dedicarse únicamente a los estudios era un escenario ajeno para la mayoría de la población mayor de edad, durante las décadas de 1940 y 1950. En aquel momento, las posibilidades de financiamiento para realizar estudios de educación superior eran limitadas. Además, no existía un programa de becas organizado que le permitiera a los estudiantes de bajos recursos acceder a la educación superior.

En la década de 1950, la Universidad de Costa Rica (UCR) se consolidó, en medio del disfrute de una nueva ciudad universitaria. No obstante, en 1960, esta institución comenzó a sufrir los embates del Baby boom, un acelerado crecimiento de la población. Así, se dio una demanda por más cupos y mejores condiciones de estudio en esta casa de enseñanza, la cual era la única en el país.

En vista de esta necesidad, en 1962, la UCR decidió aumentar el número de personas que ingresarían a sus filas. Sin embargo, muchos de estos nuevos estudiantes seguían careciendo de recursos para cursar estudios.

Por eso, en 1963, esta casa de enseñanza decidió presentar un moderno sistema de becas. Este contemplaba no solo la exoneración de los derechos de matrícula para el estudiantado, sino también proporcionar montos de ayuda económica para que las personas pudiesen subsistir mientras acababan sus carreras.

Los recursos del nuevo sistema de becas provenían del pago de la matrícula. De esta forma, se construía un entorno solidario, es decir, las personas que contaban con recursos económicos suficientes apoyaban a quienes carecían de esta posibilidad.

Además, se estableció que los egresados de la UCR pudieran solicitar préstamos para finalizar sus trabajos finales de graduación. De esta manera, se facilitaba la finalización exitosa de estudios para las personas.

Si bien con este cambio, se abrían nuevas oportunidades educativas, las personas beneficiarias encaraban responsabilidades como cursar al menos 15 créditos al año. En el caso de tener el mayor monto de apoyo económico, debían matricular la cantidad completa de cursos que asignaba semestralmente su plan de estudios.

Este sistema de becas ha recibido distintas mejoras con el paso de tiempo. Su aportación ha sido decisiva en el crecimiento del capital profesional del país.