Hugo Díaz: el artista que utilizó la caricatura para representar a la sociedad costarricense

Tatiana Salazar Valeciano
Bachiller en periodismo, Universidad de Costa Rica
Asistente del Museo de la Universidad de Costa Rica

“Caos vial”, publicada en Semanario Universidad, 1999. Fuente: Catálogo de las colecciones de la Universidad de Costa Rica

  • Hugo Díaz tuvo gran influencia en el desarrollo de la caricatura costarricense.

  • Desde el 2014, el Museo de la Universidad de Costa Rica (UCR) custodia una colección de 4.996 ítems creados por Díaz.

En Costa Rica, el auge de las caricaturas se dio cerca de la década de 1970, en un contexto donde estas solían tener la finalidad de rellenar las páginas de los periódicos en las que eran publicadas. En medio de este periodo, se dio la producción de gran cantidad de materiales que hoy son catalogados como obras artísticas producidas por Hugo Díaz (1930-2001).

“En aquella época no eran obras en sí, sino que era un material de relleno por decirlo así, que una vez hechos iban a la basura, entonces muchas se rescataron y son las que se conservan”, explicó Yojina Mora, curadora de artes visuales del Museo UCR.

Parte de las obras conservadas, las resguarda el Museo UCR. En ellas se mantiene el recuerdo de un artista que se caracterizó por ser “la voz del pueblo”, al utilizar la caricatura como una herramienta artística para expresar las molestias de la población, a partir de un abordaje desde la lucha de clases.

Las obras de Díaz se caracterizan por transmitir un mensaje que denuncia y critica, pero no ofende. El abordaje cauteloso de los temas y el uso del humor permitió que la obra de Díaz se convirtiera en un elemento cotizado por los medios de comunicación escritos.

“Tuvo un manejo del humor bastante amable, en realidad. Él no manejaba ni humor negro, ni es especialmente satírico. Hay diferentes niveles de compromiso político o de niveles de denuncia social, pero siempre son muy simpáticos los abordajes”, comentó Laura Raabe, curadora de artes visuales del Museo UCR.

En sus obras, se pueden ver representados los conflictos centroamericanos y su oposición a las dictaduras de derecha. Para Raabe, el abordaje no atiende a actores particulares, sino a tipologías generales para representar la clase empresarial o a la clase trabajadora. “Eso sí, representa a los presidentes, a veces no como crítica, ni de broma, de hecho sencillamente son como alusiones a las situaciones que se están dando”, añadió Raabe.

La técnica de las caricaturas de Díaz

Para crear cada una de sus obras, el caricaturista debió ajustarse a los recursos y materiales disponibles en la época. Según Mora, entre ellos se encuentran el papel bond, la cartulina bristol, papel Fabriano y el cartón de ilustración. La selección de cada material dependía de la disponibilidad en el mercado y la cantidad de color o tinta china que se fuese a utilizar en la obra, pues era necesario un papel absorbente que soportara la humedad.

El material predominante en las caricaturas de Hugo Díaz es justamente la tinta china. En sus obras más recientes, destaca el color, por medio del uso de una acuarela muy similar a la tinta china. De acuerdo con Mora, estas obras poseen un pigmento fotosensible que se desvanece con la luz y pierden completamente la vivacidad.

“Es una de las razones por las cuales no se pueden exhibir las originales en cualquier condición. Entonces, tiene que ser un espacio de luz controlada y, dependiendo de la luz, tiene que ser poco tiempo”, explicó Mora.

“Las de puño y letra las hemos tenido que chinear mucho, porque el soporte papel puede durar siglos de siglos, pero también es vulnerable a deshacerse”, añadió.

Obra sin título, publicada en La República, 1999. Fuente: Colección Hugo Díaz Jiménez, Museo UCR

Estos trabajos estuvieron presentes en diversos medios de comunicación. Para cada uno de estos, el caricaturista utilizó diferentes seudónimos, identidades de imagen y tipografías para sus firmas.

De acuerdo con Raabe, en su paso por el Semanario Universidad, Hugo Díaz se caracterizó por plasmar diseños complejos y críticas francas. A su vez, en el Semanario Pueblo, realizó historietas complejas con una crítica directa hacia la política tradicional y de derecha. En sus trabajos para La República, su obra fue más sencilla, con un abordaje de situaciones contemporáneas desde la perspectiva del ciudadano común.

“El manejo de diferentes formatos compositivos, es algo muy bonito, porque de esa manera uno puede observar que no es el mismo caricaturista para todos los medios de prensa, sino que hay un caricaturista particular”, comentó Raabe.

Para Mora, Hugo Díaz fue un artista integral que cuidó todos los detalles y consolidó la caricatura como una práctica artística seria, con un mensaje claro que trascendió su época y que, por ende, posee vigencia en la actualidad.

“Dejó como ese legado en Costa Rica de que había una forma de ironizar sobre los actores políticos o los actores del momento, aunque no necesariamente sea una crítica tan fuerte o tan hiriente”, acotó Raabe.

“Hugo Díaz es el papá de la caricatura costarricense, incidió muchísimo y definió una línea de trabajo en otros caricaturistas ticos en la forma de abordar los problemas”, concluyó Mora.

En la colección que resguarda el Museo UCR, se pueden observar los trabajos de Hugo Díaz desde su niñez hasta su incorporación al ámbito laboral en diferentes medios de prensa como La República, Semanario Universidad   y Semanario Pueblo, entre otros.

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