Ventana "U"

El largo camino hacia el edificio de la Facultad de Educación
(tercera parte)

Lic. Carlos Garita Víquez
Asistente del Museo UCR
Historiador, docente y administrador de la educación no formal

Edificio de la Facultad de Educación, década de 1960. Fuente AUROL

El sábado 5 de julio de 1958 fue materializado un anhelo. Aquel día abrió sus puertas el edificio de la Facultad de Educación en medio de la alegría de estudiantes y docentes, quienes habían esperado durante años un espacio digno para la formación de personas educadoras. En el presente artículo, se hace un recuento de la construcción de esta obra, así como de su inauguración.

La búsqueda de un espacio en la Ciudad Universitaria

Las instalaciones actuales de la Universidad de Costa Rica (UCR) comenzaron a desarrollarse a inicios de la década de 1950. El proyecto de construir una ciudad universitaria, al igual que lo habían hecho países como México, se convirtió en un objetivo de singular importancia para las autoridades académicas.

En 1957, se encontraban en funcionamiento varios de los nuevos edificios de esta casa de estudios. Facultades como Ingeniería y Ciencias y Letras contaban con modernas instalaciones que mostraban la nueva cara de la educación universitaria en el país. Se empezaba a materializar el diseño de la Ciudad Universitaria con edificaciones en su perímetro y vías de comunicación entre cada una de las facultades.

Si bien esta distribución parecía idónea en un inicio, la selección del emplazamiento de la Facultad de Educación presentó importantes dificultades. El lugar elegido presentaba un suelo inestable y no apto para edificar, por lo cual la construcción tuvo que trasladarse unos cuantos metros hacia el este, espacio donde actualmente se ubica dicha facultad.

Cambios, detalles y decisiones: el proceso de construcción del edificio de la Facultad de Educación

Una vez definido el lugar donde se construiría la Facultad de Educación, se procedió a la licitación para contratar a la empresa que se encargaría de la obra. En este proceso, resultaron seleccionadas las compañías Beeche & Fait Ltda. y Johanning & Cía., las cuales propusieron realizar este edificio por un monto de ₡1.196.000,00 en un plazo de 12 meses.

El interés por contar con esta edificación lo más pronto posible hizo que la UCR ofreciera una bonificación a las empresas constructoras por cada día de adelanto en la entrega del inmueble. Este incentivo tuvo el efecto deseado, pues la Facultad de Educación logró que 48 días antes de lo esperado contara con su edificio.

A pesar de este resultado, el desarrollo de la obra tuvo desafíos significativos. Por ejemplo, parte del acero requerido en este proyecto sufrió un atraso en su llegada al país, lo cual preocupó a las autoridades universitarias; no obstante, esta dificultad fue solventada.

En medio de su construcción, es pertinente destacar el papel desempeñado por una persona: la decana Emma Gamboa Alvarado, quien desde la jefatura de dicha facultad participó activamente en el diseño del edificio. Además, fiscalizó el cumplimiento de detalles finales que resultaban esenciales para el buen funcionamiento de este, al tiempo que velaba por la entrega del mobiliario necesario para el estudiantado y personal docente. La labor de Emma Gamboa dio sus frutos en 1958, luego de 10 años en la búsqueda de condiciones dignas para la formación docente.

Inauguración del edificio de la Facultad de Educación, 1958. Fuente AUROL

La esperada inauguración

La mañana del 5 de julio de 1958 no fue una ocasión cualquiera en la UCR. Aquel día, el nuevo edificio de la Facultad de Educación recibía de manera oficial al estudiantado de esta unidad académica. En medio de su patio central, varías hileras de sillas esperaban a las personas asistentes, mientras que un espejo de agua resaltaba lo moderno de su diseño.

El rector Rodrigo Facio Brenes presentó un largo discurso, en el cual se refirió al desarrollo de la educación costarricense, sus vicisitudes y características. Además, resaltó el papel de la Universidad de Santo Tomás como un espacio pionero en el desarrollo de la enseñanza superior costarricense.

Otro aspecto que destacó fue a Chile como un ejemplo de desarrollo educativo. Esto no resultaba casual, pues el nacimiento de la UCR había sido posible gracias a la visita de académicos chilenos, quienes guiaron el nacimiento de la nueva universidad costarricense. Aquellas palabras fueron el reflejo de las aspiraciones que poseía la Facultad de Educación acerca de los cambios educativos que requería el país, pues no escasearon las menciones a importantes teóricos como John Dewey (1859-1952). Para este autor, los entornos educativos debían ser replanteados hacia una orientación estimulante que impulsara el accionar del estudiantado.

La apertura del edificio de la Facultad de Educación no solo contribuyó al buen funcionamiento de esta, sino también fue un impulso significativo en la formación de personas docentes en un momento de notable expansión educativa. Sin este cuerpo docente, la movilidad social que experimentó la sociedad costarricense en la segunda mitad del siglo XX no hubiera sido posible.

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