Ventana "U"

Viaje a Bulgaria: algo más que diplomacia estudiantil en 1968
Primera parte

Lic. Carlos Garita Víquez
Asistente del Museo UCR
Historiador, docente y administrador de la educación no formal

En medio de las protestas de 1968, cientos de jóvenes estudiantes lucharon por una realidad distinta, un mundo más justo y en paz. Bajo este espíritu de lucha, en dicho año, tuvo lugar el Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes en Bulgaria. En este artículo, se presenta un recuento de lo vivido por la delegación de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR) durante este evento.

La voz de los estudiantes en la FEUCR

Desde el nacimiento de la Universidad de Costa Rica (UCR), las personas estudiantes han deseado que su voz sea escuchada y sus derechos respetados. Ante la diversidad de voces y demandas, fue necesario escoger personas delegadas, representantes –en un inicio– de las facultades y escuelas con las que esta casa de estudios comenzó sus funciones. La unión de estos representantes dio como resultado la constitución del Consejo Superior Estudiantil. Esta organización fue la encargada por más de 20 años de representar los intereses del estudiantado en espacios como el Consejo Universitario, máximo ámbito de decisión de la UCR.

Sin embargo, con el paso del tiempo y el progresivo aumento en el número de estudiantes, se crearon asociaciones de estudiantes, espacios de mayor estabilidad donde estos podían participar de forma continua. Estas nuevas asociaciones demandan, durante la década de 1960, la creación de un ente que las reuniera, lo cual fue el origen de la FEUCR.

Los estudiantes que miraban más allá de sus fronteras

La década de 1960 fue un contexto dinámico. Mientras el mundo temía el estallido de un conflicto armado entre Estados Unidos y la Unión Soviética, una nueva generación de estudiantes, nacida al finalizar la II Guerra Mundial, soñaba con un mundo distinto. En este contexto, algunos cambios tecnológicos ejercían influencia, por ejemplo, el poder viajar en avión por largas distancias, ya que desde 1958 surge la posibilidad de realizar viajes trasatlánticos en este medio de transporte.

Estas metas e intereses quedaron plasmadas en la solicitud de ingreso que hace FEUCR a la Unión Internacional de Estudiantes al finalizar los años sesenta. Dicho esfuerzo, aunque no tuvo resultados positivos, sí demostró que el movimiento estudiantil costarricense se encontraba interesado por establecer lazos con una organización en Praga, Checoslovaquia, hoy República Checa.

El Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes: un punto de reunión

El vincularse a organizaciones estudiantiles formales no era la única alternativa que tenían los estudiantes costarricenses para entrar en contacto con sus pares de otros países. La existencia de eventos como el Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes suponía oportunidades especialmente valiosas para hacer nuevas amistades, lo cual permitía entrar en contacto con otras realidades. Esta actividad fue organizada por la Federación Mundial de Juventudes Democráticas y la Unión Internacional de Estudiantes, cuya primera celebración se data en 1947. Durante su desarrollo, tuvieron lugar espacios de discusión y de esparcimiento, en los cuales las personas participantes reflexionaron sobre los principales problemas que aquejaban al planeta en ese momento.

Progresivamente, esta actividad convocó a un número mayor de personas; llegó a su máxima participación en la edición de 1957, celebrada en Alemania del Este. En dicha ocasión, más de 40 000 personas asistieron a esta cita, evidencia del interés que tenía la juventud mundial en este festival.

Estudiantes por la paz: la guerra de Vietnam y el festival de 1968

El Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes tuvo como sede para su edición de 1968 Bulgaria, entre el 28 de julio y el 6 de agosto. El lema “Por la solidaridad, la paz y la amistad” marcaría el desarrollo de este evento, donde las personas participantes hicieron un llamado por un mundo en armonía y convivencia pacífica. En esta oportunidad, asistió una nutrida representación costarricense integrada por personas de diversas ideologías y formas de pensar. Entre estas, destacó la representación de la FEUCR, organización que reafirmaba sus intereses de proyección internacional.

La ciudad de Sofía recibió a las personas visitantes con letreros alusivos y sus calles fueron decoradas para la ocasión. Abundaron los espacios recreativos al aire libre, en los cuales fue posible practicar distintas actividades deportivas. Las graderías de los principales estadios de la capital búlgara se llenaron de personas que formaron grandes mensajes de bienvenida a las juventudes internacionales. Asimismo, los desfiles no faltaron; congregaron a buena parte de los habitantes de Sofía, quienes se mostraron expectantes ante la llegada de los nuevos visitantes.

En medio de dichas celebraciones, sobresalió la delegación de Vietnam del Norte, cuyos miembros asistieron en búsqueda de apoyo por un cese favorable al conflicto que mantenía dividido a su país. El apoyo a la paz en Vietnam fue uno de los principales resultados de este festival, pues se rechazaron las intenciones intervencionistas de las potencias occidentales en otros países.

A pesar del éxito general de la actividad, la representación de la FEUCR se mostró decepcionada, pues esperaban mayor atención hacia las problemáticas de la región latinoamericana. Sin embargo, en el transcurso de este festival, la delegación federativa recibiría una invitación que cambió su parecer acerca de este viaje: una visita a la Unión Soviética. Al cierre del IX Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes, los participantes volvieron a sus hogares con la esperanza de un nuevo futuro, luego de compartir con los jóvenes del mundo. Aunque los sucesos de las décadas siguientes mostraron que la paz era una meta difícil, el ímpetu de lucha se ha mantenido por décadas.