Ventana "U"
Una bofetada presidencial en la UCR
Lic. Carlos Garita Víquez
Curador del Museo UCR
Historiador, docente y administrador de la educación no formal
En febrero de 1971, un suceso trastornó la opinión pública costarricense: el presidente José Figueres Ferrer (1970-1974) abofeteó a un estudiante en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR). Aunque reprochable, este acto violento permite comprender las pugnas que enfrentaban a diferentes generaciones dentro del ámbito político. A continuación, se hace un recuento de ese hecho y de sus implicaciones.
La política costarricense durante la Guerra Fría
El final de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo un nuevo panorama político, en el cual el antagonismo entre Estados Unidos y la Unión Soviética influenció en conflictos nacionales e internacionales. En el caso de Costa Rica, el peso de esta pugna comenzó a palparse durante la segunda mitad de la década de 1940. Si bien aquel decenio estuvo marcado por una alta conflictividad social, esta se vio agudizada a partir de 1946, por la confrontación pública manifestada por la oposición política contra el Partido Vanguardia Popular (PVP), de ideología comunista y aliado del gobierno de Teodoro Picado Michalski (1944-1948).
La división política experimentada durante dicho periodo derivó en la guerra civil de 1948, la cual fue protagonizada por el bando afín al gobierno de turno y al PVP. Estos se enfrentaron a un grupo armado insurgente liderado por José Figures Ferrer. La victoria de este último permitió la conformación de una junta de gobierno. Mediante decretos, esta se encargó de llevar a cabo una serie de reformas institucionales, políticas y económicas.
Este resultado trajo consecuencias para el bando perdedor, como encarcelamientos, persecución policial y académica, y salidas forzosas del país. En cambio, las personas que resultaron victoriosas pudieron acceder al ejercicio del poder político mediante la conformación del Partido Liberación Nacional, fundado en 1951. La figura de Figueres fue exaltada como un líder excepcional, hacedor de la reciente conquista. Esto, a la postre, le permitiría mantenerse como un referente dentro de la política nacional durante décadas.
Beligerancia estudiantil en la década de 1970
Los últimos años de la década de 1960 atestiguaron cómo las juventudes −a nivel global− intensificaron su accionar frente a diversas problemáticas. Durante 1968, movimientos como la oposición a la guerra en Vietnam o las protestas surgidas en Europa demostraron nuevas demandas por parte del estudiantado.
Costa Rica no escapó de esta tendencia, pues en abril de 1970 tuvieron lugar las protestas que adversaban el contrato-ley relativo a la empresa minera ALCOA. Esta pretendía el establecimiento de instalaciones mineras en San Isidro del General para la extracción de bauxita.
El éxito de la lucha contra ALCOA, al detener su establecimiento en el país, promovió que las luchas estudiantiles no se frenaran en el país. Así, en 1971, las calles se llenaron nuevamente de estudiantes universitarios, quienes protestaban contra el trato que recibían las personas empleadas en la compañía bananera United Fruit Company (UFCO). Es necesario resaltar el saldo negativo de ambas protestas, pues no se hizo esperar una violenta represión por parte de la policía.
Un recuento de los hechos
El lunes 15 de febrero de 1971 tuvo lugar el Tercer Congreso de Geólogos de Centroamérica y Panamá en el auditorio de la Facultad de Derecho, al que asistió el presidente de la República, José Figueres Ferrer. En este evento, se discutió sobre una posible explotación petrolera en el país, tema que no era del agrado del estudiantado universitario ante los recientes sucesos de protesta contra la compañía ALCOA.
Previo al ingreso de Figueres al Congreso, este fue recibido con silbidos por parte del estudiantado que se encontraba en el lugar, lo cual molestó al mandatario. Una vez finalizada la actividad, nuevamente tuvieron lugar silbidos y reproches; sin embargo, en esta ocasión, Figueres se devolvió hacia el grupo de estudiantes que lo había chiflado y abofeteó a uno de estos, a quien le rompió el labio.
La persona agredida fue el estudiante José Pablo Azofeifa Camacho, quien fue conducido al Departamento de Salud de la UCR, donde se constató la agresión. Cuestionado sobre su reacción, el presidente Figueres declaró que sus acciones se justificaban como defensa ante la actuación de los estudiantes.
Más allá de un golpe: tensiones generacionales en el ámbito político
La reacción de Figueres recibió fuertes críticas por parte del estudiantado universitario y de diferentes sectores sociales. Inclusive, a lo interno de la UCR, se demandó que Figueres renunciara a su inmunidad.
No obstante, este hecho representó un importante cambio en la percepción que tenía la juventud sobre los líderes victoriosos de la guerra civil de 1948. Aunque la figura de Figueres había relucido después de dicho conflicto, ya no era visto como un caudillo por toda la población; más bien, su imagen era la de un representante de una generación de personalidades políticas que lucía desfasada frente a las transformaciones sociales de aquel momento.
Además, en 1971, los sucesos ocurridos durante la guerra civil resultaban ajenos a buena parte del estudiantado universitario, quienes en su mayoría habían nacido posteriormente a 1948. Así, Figueres se convirtió en un referente distante, carente ya de su investidura como líder militar.
